[i]GB.Net Note: Anyone willing to translate this review may send it to us using our contact link.
[/i]
La brutal «300» es una versión del cómic creado por Frank Miller, el también autor de «Sin City»
Berlín- Zack Snyder acudió ayer exultante, y escoltado por varios miembros de su reparto, a la presentación de «300», su versión del cómic de Frank Miller sobre la batalla de las Termópilas. Sin embargo, las preguntas de varios periodistas -algunas dejaron traslucir duras críticas- le colocaron a la defensiva, hasta el punto de protagonizar una de las ruedas de prensa más tensas del Festival. Mientras escuchaba frases como «su película es brillante en lo visual y en lo musical, pero decepciona al no añadir nada nuevo a la historia, al margen de mucha sangre», su semblante jocoso fue ganando en rígidez y tirantez. A la primera, Snyder respondió: «¿Sabes qué? Quizá deberías rodar tú la película». «Yo conté mi visión, me importaba más la novela gráfica de Miller que la batalla real», acertó a argumentar algo más calmado. Y sobre el rechazo de los espectadores -que, en realidad, tampoco fue tan acentuado- opinó: «Me divertí haciendo la película. En cuanto vi la obra de Miller supe que podría disfrutar transformándola en celuloide, y eso es lo que importa para mí».
En ese momento, como si un efecto pendular se hubiese adueñado del salón de conferencias, comenzaron a brotar periodistas que afirmaban sentirse encantados con los 117 minutos de cómic en carne y hueso. De hecho, la cinta -dentro de la sección oficial, pero fuera de concurso- coleccionó elogios y ataques a partes iguales y no dejó a nadie indiferente, ni siquiera a la moderadora del acto, «encantada» por los esculturales físicos de que hacen gala sus protagonistas. «Durante cuatro meses, me entrené seis horas diarias para poder dar el perfil del rey Leónidas», explicó el escocés Gerard Butler. El brasileño Rodrigo Santoro -en el papel del monarca persa Jerjes- confirmó la dureza de la preparación. Al final, Snyder valoró lo difícil que para él había sido defender un proyecto tan personal: «En el estudio siempre me pedían que los actores llevaran más ropa, que evitara las escenas de sexo o de violencia. Pero éste era mi proyecto y lo he rodado como lo he sentido».
Alondras para losTaviani
Al contrario que «300», sí que participan en la carrera por los Osos de Oro la israelí «Beaufort» y la alemana «Yella» -firmada esta última por una figura emergente del cine alemán, Christian Petzold-, ambas mostradas durante la mañana. Por su parte, Steve Buscemi apadrinó «Interview» en la sección Panorama, un proyecto en el que se puso delante y detrás de las cámaras. Se trata de un filme basado en otro homónimo del creador holandés Theo van Gogh, asesinado en 2004 por un islamista radical. «Yo no hago política, sólo un homenaje a Theo, dado que admiro su obra», aseveró Buscemi.
En lo concerniente al cine español, el apartado Berlinale Special albergó ayer la exhibición de «La casa de las alondras», rodada por los hermanos Paolo y Vittorio Taviani, con un 20 por ciento de producción hispana y Paz Vega y Ángela Molina en dos papeles protagonistas. La cinta trata sobre un tema de candente actualidad: el genocidio armenio que los otomanos realizaron durante la I Guerra Mundial.